Si estas en tratamiento médico, recuperándote de alguna intervención o sencillamente deseas mejorar tu salud en general, debes saber que tienes la mejor herramienta que colaborara y dará apoyo a lo anterior: tus emociones positivas. Son grandes ayudantes para ayudar a curar lo que corresponda y son muy fáciles de crear. Hablemos de ello.
Has nacido con la capacidad de repararte y sanarte
Desde hace décadas se ha investigado el gran poder de la mente para crear emociones positivas que complementen las tareas para mejorar nuestra salud. Tenemos una metafórica ”farmacia” natural gratis con la que todos hemos nacido y que opera, si le damos permiso, ¡durante las 24 horas del día y la noche! Esta química sanadora tiene sus nombres. Las endorfinas se generan en estados de relajación y bienestar, colaborando en cosas tan importantes como la mejora de nuestro sistema inmunológico y fortaleciendo nuestro sistema de defensa, ayudan a calmar el dolor y son buenas para todo. La melatonina, se activa cuando estamos en estados de sueño profundo, ayudando a dar mayor calidad a este y colabora para crear antioxidantes y rejuvenecer parte de nuestro organismo. La serotonina, regula la sensación de saciedad y transmite calma. La dopamina nos ayuda a motivarnos, a ser más creativos y a tener mayor sensación de placer. No habría suficiente espacio en este breve articulo para hablar de las interminables cualidades de estos ayudantes naturales que nos acompañan durante la vida. La gran pregunta sería: ¿Hay alguna forma de hacer que actúen sobre nosotros con mayor eficacia? La respuesta es un rotundo ¡sí!
La autohipnosis
Todo el potencial benéfico de nuestros ayudantes naturales, se crea y multiplica cuando estamos en estados de relajación profunda, creando visualizaciones positivas, y motivándonos con frases y palabras positivas curativas. Puedes crear tu visualización favorita si estas recuperándote de algún problema de salud, imaginando como tu cuerpo se está sanando, transmitiéndole cariño y ternura a todo tu organismo, y además, a la parte afectada en particular. A mayor emoción positiva obtendremos un mayor efecto positivo. Para las manos y los brazos, las piernas y los pies, el pecho o la espalda, la mente, o para realimentar a las propias emociones. Se activaran sensaciones de bienestar, tranquilidad, laxitud, confort y positividad. Estas sensaciones colaborarán si somos constantes y lo hacemos de forma regular, en mejorar cualquier parte que en ese momento necesite repararse con mayor eficacia.
Un nuevo habito
Así como hemos aprendido el buen hábito, de higiene básica, de lavarnos las manos antes de comer, para evitar contaminarnos con suciedad o microbios, de igual manera, todos deberíamos tener el buen habito de “hablar” a nuestro cuerpo y transmitirle emociones positivas para “descontaminarlo” de suciedad emocional que no le permite actuar a pleno rendimiento. Las emociones no las vemos físicamente, pero existen, las percibimos, son reales y operan directamente sobre cualquier parte de nuestro sistema biológico. Creemos ese buen hábito y nuestro cuerpo y nuestra salud nos lo agradecerán. Realmente proyectamos lo que pensamos y sentimos a nosotros mismos. Utilicemos nuestra capacidad con cariño y sabiduría.
1 Comentario. Dejar nuevo
Excelente escrito, realmente eso es mi ejercicio diario…relajarme y buscar paz en mi entorno. Estoy en procesos de sanación!