¿Te gusta la relajación pero has olvidado como se experimenta?
Busca una hora del día o noche dónde sepas que no serás interrumpido durante tu relajación. Recuesta tu cuerpo en un lugar cómodo y comienza a disfrutar de tu mente. Pregúntate: “Al recordarlos, ¿qué imágenes, sensaciones o lugares te producen sensación de bienestar y tranquilidad?” Ve inmediatamente al lugar que con mayor rapidez aparezca en tu pantalla mental. ¿Has ido a parar a una playa tropical? ¿Estás tumbado encima de la verde hierba en un frondoso bosque de árboles? ¿Estás conversando con una compañía agradable? Excelente. Comienza a desarrollar tus cinco sentidos viviendo en primera persona la experiencia al máximo de sus posibilidades. Es tu sueño personal y debes disfrutar de él.
Disfruta el momento
Amplifica al máximo las impresiones positivas que tu mente pueda generar. Tienes en tu mente una herramienta virtual prodigiosa para poder conseguirlo, ¡házlo! Si tu lugar de descanso es un bosque, intenta sentir el aroma de la hierba verde bajo tus pies, puedes casi literalmente oler esa sensación característica. Haz vivos los colores: el verde de las hojas de los árboles, la majestuosidad de los grandes troncos y el color de las flores. Amplifica el “oído” figurativo. Tienes la capacidad de poder escuchar chocar las hojas de los árboles entre sí. Puedes escuchar el chapoteo del agua de ese río que has creado en tu imaginación y que fluye de forma cristalina y relajante. Ese tronco de árbol sobre el que te has apoyado es el mejor colchón del mundo, se apodera de ti un sueño profundo al apoyarse en él. Nota entre tus dedos la caricia de la hierba mojada. En definitiva, experimenta las sensaciones agradables que tu mente puede crear siempre que así lo decidas. Estas pintando el mejor cuadro del mundo. Estás dirigiendo la mejor película que nunca se haya filmado. Enriquece tu creatividad y elige todos aquellos detalles de confort que usted estime convenientes.
Después de esto te sentirás mucho más “ligero”, como si hubieras vivido unas auténticas vacaciones emocionalmente tonificadoras en pocos minutos. Habrás limpiado tu mente de emociones incomodas, ya que mientras sentías en positivo anulabas tus emociones negativas.
Repite este ejercicio como una higiene emocional diaria
Haz este ejercicio diariamente. Dedícale diez minutos, quince hasta un máximo de media hora. Cuanto más lo disfrutes, mejor lo harás una y otra vez. Sentirás como comienzas a cambiar de forma de ser, con naturalidad, con una mente más ágil y tranquila.